Tras la derrota de Napoleón acabó el ciclo revolucionario que se había iniciado en 1789 y comenzó una nueva etapa, la Restauración.
Esta etapa se caracterizó por el intento de recomponer el Antiguo Régimen. Los principios de la Restauración fueron:
Los objetivos de la Restauración eran:
Entre 1814-1815, las potencias europeas que habían vencido a Napoleón se reunieron en el Congreso de Viena. Ejerció de anfitrión el Canciller de Austria, Metternich, y participaron Rusia (zar Alejandro I), Prusia, Reino Unido y Francia. En el Congreso se remodeló el mapa de Europa, que había sido alterado por las guerras napoleónicas. Las fronteras se trazaron sobre el papel, sin tener en cuenta el sentimiento de las nacionalidades.
Acuerdos: